Menú 12 Gener 2018
Crema fría de zanahoria con crema de queso y teja de parmesano
Tosta de foie micuit con sus mermeladas(cebolla,tomate,berenjena)
Rollito vietnamita con salsa agridulce
Canelón de cochinillo con su veloute
Ensalada templada de salmonetes con frutos rojos
Arroz del señoret con sus all-i-oli.
Caldereta de pescados y mariscos(Rodaballo i Dorada)
Solomillo de ternera Wellintong con salsa de frutos secos
Milhojas de chocolate con helado de Pistacho
Familia:
Crema de marisco con picatostes
Arroz en Costra
Tarta de limón con merengue
SOLOMILLO WELLINTON
Muchos hablan de Arthur Wellesley, primer
duque de Wellington, como el inventor de la receta. Si bien es un dato que no
se puede afirmar, sí que parece que la primera vez que este plato toma
protagonismo es gracias a él. Su decisiva brillantez en la victoria contra el
ejército francés en España durante la Guerra de la Independencia y su posterior pugna con Napoleón en la
decisiva batalla de Waterloo parecen ser las razones por las que esta receta
recibe su nombre.
El primer duque de Wellington aporta el apellido
a esta receta tras las victorias en la Guerra de la Independencia y en Waterloo
Nada se sabe con certeza, pero todo parece
indicar que el duque de Wellington no era un gran aficionado a la cocina, pero
lo que sí podemos confirmar es que tanto en sus campañas como en las
recepciones que daba en su residencia en Londres, esta peculiar forma de
presentar el solomillo era muy habitual en él. Su sofisticada presencia era muy
del gusto del duque.
Otra teoría más descabellada acerca del
apellido de esta forma de preparar el solomillo indica que este plato no habría
sido llamado así por el mencionado duque, sino porque el acabado de la receta
tiene cierto parecido a las botas militares marrones brillantes que recibieron
su nombre.
La versión francesa es muy diferente
Es evidente que muchos de los ingredientes que
forman parte de la elaboración de este plato parecen tener un denominador
común: la cocina francesa. En primer lugar por la aparición del foie-gras,
producto muy ligado a este país, así como por la utilización del hojaldre, un
elemento que fue redescubierto a mediados del siglo XVIII en Francia.
Por si esto fuera poco, el solomillo
Wellington sigue sin ser reconocido en el país galo. Prueba de ello es que en
las cartas de los diferentes restaurantes que los ofrecen lo conocen como
filete de 'boeuf en croûte', es decir, solomillo de buey en costra. Una manera
muy elegante de seguir reclamando y reivindicando la receta como propia.